Juan Galo Lavalle
l 17 de octubre de 1797... nace en Buenos Aires el general Juan Galo
Lavalle, quien estuvo en Corrientes en octubre de 1839 hasta febrero del
año siguiente, organizando el Segundo Ejército Libertador, a cuyo frente
lo designó el gobernador Pedro Ferré.
En su ciudad natal hizo sus primeros estudios y a los 14 años se
incorporó al Regimiento de Granaderos a Caballo, que el coronel José de
San Martín estaba formando en el Cuartel del Retiro.
En 1814, con el grado de Alférez, solicitó al general Carlos María de
Alvear que lo mandase a Montevideo a combatir en la plaza sitiada. Luego
se trasladó a Mendoza y se batió en Achupallas, Putaendo y Chacabuco, en
calidad de teniente.
Luego se incorporó a la división del general Balcarce y combatió en el
asalto de Talcahuano, luego en Cancha Rayada y más tarde en Maipú. Luego
de realizar la campaña al sur de Chile hasta 1819, volvió a Mendoza y se
incorporó a la expedición al Perú. Su acción fue notable en Jauja, Nazca
y Pasco. Se destacó especialmente en las batallas de Río Bamba y
Pichincha.
En 1824 volvió a Mendoza, donde desempeñó el cargo de gobernador.
Retornó a Buenos Aires y fue nombrado Jefe del Regimiento 4º de
Coraceros, a cuyo frente marchó a la campaña contra el imperio del
Brasil, destacándose en las batallas de Bacacay e Ituzaingó (20 de
febrero de 1827), donde fue ascendido a general. Poco después lucho en
El Yerbal, donde resultó herido.
Al volver a Buenos Aires fue designado gobernador e inició una fuerte y
encarnizada lucha contra Juan Manuel de Rosas, constituyéndose en el
brazo armado de los “unitarios”. Luego de ordenar el fusilamiento de
Manuel Dorrego, se retiró al Uruguay, donde vivió por varios años en
Colonia del Sacramento.
Entusiasmado por los integrantes de la Comisión Argentina que residía en
Montevideo, se embarcó para Corrientes, donde el gobernador Pedro Ferré
lo puso al frente del 2º Ejército Libertador, con el que triunfó en Don
Cristóbal, Entre Ríos (10-4-1840), para iniciar luego un largo y trágico
peregrinar por largos caminos de la patria, llegando hasta el norte del
país, donde fue asesinado, en casa de la familia Vedoya, en la ciudad de
Jujuy, el 9 de octubre de 1841.
A las pocas horas sus compañeros de armas sacaron el cadáver del
valiente jefe para conducirlo a Bolivia, a donde llegaron después de
nueve días de viaje. En la catedral de Potosí se le dio sepultura. Allí
descansaron, hasta que fueron traídos sus restos a Buenos Aires, el 30
de septiembre de 1858.

Juan Lavalle
