Víctor Navajas Centeno
orría
el año 1902... y nacía Víctor Navajas Centeno, una destacada figura que
diera a luz el matrimonio de Adolfo Navajas y Concepción Centeno.
Tras realizar sus primeros estudios en su pueblo natal, Santo Tomé, continuó la
escuela primaria en el Colegio de los Capuchinos de Concordia y más tarde el
secundario lo cursó en el Colegio Nacional de Posadas, provincia de Misiones,
culminando este ciclo en el Nacional Sarmiento de Buenos Aires.
Al recibirse contrajo enlace con María Silvia Artaza y se radicó en la estancia
heredada de su padre, cercana a la localidad de Virasoro. Junto con su hermano
Cesáreo inició la plantación de yerba, precisamente el día de su casamiento el
29 de septiembre de 1924, y plantaron los recién casados, con 22 años y 18
respectivamente, el primer yerbal.
Al poco tiempo industrializan la producción y van ganando mercados por la
calidad de su producto. Años después y con visión progresista cultivaron té.
Para el efecto deciden contratar los servicios del especialista inglés L.
Campbell, el primero en el país que enseñó los conocimientos técnicos y
científicos de ese cultivo. Con el ejemplo fue construyendo un verdadero emporio
industrial que trajo para los habitantes del área nuevas fuentes de trabajo.
Personalmente Víctor Navajas Centeno se ocupaba del manejo de su
establecimiento. Es decir, que no sólo cultivó la tierra, sino también la mente
y el amor al trabajo de aquellos que estuvieron a su lado.
No sólo se dedicó a cuidar sus intereses, entendió que como ciudadano se debía a
las instituciones; así fue que en su juventud militó en las filas del Partido
Liberal, para más tarde seguir los ideales de la Democracia Progresista,
sosteniendo en 1932 la fórmula presidencial Repetto-de la Torre. A pesar de ser
candidato a gobernador en varias ocasiones, nunca llegó a ocupar la primera
magistratura de Corrientes, pero con los años, su hijo Adolfo Navajas Artaza si
lo haría en 1970.
De ahí en más, emerge el establecimiento “Las Marías”, el que se constituye en
un emprendimiento modelo en latinoamérica y un verdadero orgullo para Corrientes
y el país. Se formó sobre bases científicas. Al efecto, estudios para el
mejoramiento del suelo y del cultivo, formación y capacitación del personal,
incorporación de tecnología de avanzada, hicieron que sus productos yerba y té
Taragüí trascendieran por su calidad, no sólo la frontera provincial, sino los
límites del país convirtiéndose su producto en preferencia de distintos mercados
internacionales.
Don Víctor Navajas Centeno, al efectuar un viaje por Europa en 1967, falleció en
Barcelona (España), lejos de la tierra que él había querido entrañablemente; sus
restos descansan en el cementerio del establecimiento por él fundado.
